Historia del sujetador: Centenario del sujetador (1)

Historia del sujetador 

Se cumplen 100 años exactos de la patente número 1.115.674, otorgada al “brassière”, o sujetador, de la norteamericana Mary Phelps Jacob, “una de las primeras emprendedoras del siglo XX”, en palabras de Francesc Puertas, autor del libro “El Sostén, mitos y leyendas. Manual de uso” (Arcopress Ediciones, 2012). Aunque el sujetador ya existía como tal, pero no patentado. 
Hoy queremos repasar la historia y evolución de esta prenda femenina que tanto nos apasiona. 

De artefactos de metal a la seda

Las mujeres siempre se han protegido el pecho. Desde los grabados descubiertos en Creta (1.700 a.C.), a los «strophium» de las romanas, hasta principios del siglo XX, las mujeres usaban largas bandas de tejido, para cubrirse y sujetar el pecho.
Cotilla (1750-1760). Museo del Traje, C.I.P.E. la cotilla es una ajustador que usaban las mujeres en el S.XVIII, formado de lienzo o seda y de ballenas. (Lucía Ybarra Zubiaga)
 
Corsé (1910-1918). Museo del Traje, C.I.P.E. (Lucía Ybarra Zubiaga)
El primer sujetador lleva la fecha de 1866, una versión hecha de cable y seda. En 1869, Herminie Cadolle crea un corset divido en dos partes: una para sujetar el pecho y otra para marcar la cintura. La parte superior sería conocida como el corselet gorge, el último paso antes del soutien-gorge, la palabra francesa para sostén. Unos años después, en 1893, Marie Tucek lanza el primer sujetador con aro en Estados Unidos, pero no se vende casi ninguno. 
En 1907, gracias a Paul Poiret las mujeres pudieron decir adiós definitivamente a los corsés que durante décadas habían marcado la cintura y dificultado la respiración. El diseñador francés impuso una silueta rectilínea y ciertamente andrógina en los años veinte, lo que impulsó la creación de fajas que aplanaban las curvas y disimulaban las formas femeninas. El Symington Side Lacer presentaba unas cintas laterales que se apretaban para aplanar el pecho. Combinado con una faja, se conseguía el efecto de una silueta rectangular idónea para los vestidos flappers de cintura baja.
 
No todos encontraban favorecedora esta tendencia. Ida y William Rosenthal, en colaboración con Enid Bisset, lanzaron Maiden Form Brassiere, un sistema de copas que acentuaba las formas femeninas. La idea consistía en dos copas separadas por una cinta elástica, algo sencillo pero hasta entonces desconocido.
A principios del siglo XX, Mary Phelps Jacob tuvo una brillante e innovadora idea en una ocasión en la que había comprado un vestido de noche para asistir a una fiesta.
La ropa interior que utilizaban las mujeres en aquella época eran unos corsés rígidos hechos con huesos de ballena y alambres de acero. Cuando se probó el vestido con uno de estos corsés, uno de aquellos huesos asomaba por su escote y se veía bajo la tela de su vestido, afeando su figura. Jacob intentó solucionarlo uniendo dos pañuelos de seda, un poco de cinta rosa y mucho ingenio, y con la ayuda de su doncella elaboró lo que sería el primer sujetador moderno.
 

La patente que le cambió la vida a las mujeres

Sujetador (1920). Museo del Traje, C.I.P.E. El sujetador, tal y como lo conocemos hoy, es reciente; nació en 1914 pero su uso se generalizó en los años cincuenta. (Lucía Ybarra Zubiaga)
 
 
Viendo que aquello podía ser un buen negocio, Mary acudió en febrero de 1914 a solicitar una patente, que le fue concedida finalmente el 3 de noviembre de 1914, con número 1.115.674. Tras unos años comercializando esta prenda en su negocio «Caresse Crosby», la firma “Warner Corset Company” (hoy Warnaco, dueño de Calvin Klein, Speedo y otras marcas) le compró su patente por 1.500 dólares. A partir de entonces, esta marca comercializó el producto, con el que llegó a alcanzar una facturación de 15 millones de dólares en el año 1930. 
Mary fue una mujer muy activa y emprendedora. Fundó la organización «Mujeres Contra la Guerra» y que después de tres matrimonios desafortunados, acabó viviendo en Italia, donde murió en 1970 en la más absoluta soledad.
 
 
Sujetador (1925). Museo del Traje, C.I.P.E. La estadounidense Mary Phelps Jacob patenta el invento en 1914 con el nombre de «backless brassiere»(corsé sin espalda). La acogida de este nuevo corsé construido a base de 2 pañuelos una cinta y un cordel y que hacía que sus trajes lucieran mucho más escotados y atractivos fue espectacular. (Lucía Ybarra Zubiaga)
 
 
 
Sujetador (1950-1960). Museo del Traje, C.I.P.E. Su uso se generalizó en los años cincuenta. Después, con la influencia del movimiento beatnik y la moda de lo natural, tuvo cierto retroceso y se utilizó incluso como símbolo por parte de grupos feministas, que quemaban en público sus sostenes. (Lucía Ybarra Zubiaga)
 
Sujetador (1950-1960). Museo del Traje, C.I.P.E. Ya a finales de los setenta el sostén resurgió para convertirse en la estrella de la lencería femenina. (Lucía Ybarra Zubiaga)


El sostén de Hollywood

La falta de materias primas y de mano de obra a raíz de la Segunda Guerra Mundial hizo que muchas mujeres comenzaran a confeccionarse sus propios sujetadores a partir de los patrones que proporcionaban las revistas. Utilizaban el satén de sus trajes de novia, o la seda y el nylon de los paracaídas que habían sobrado. 
Foto:Jane Russell y Jeanne Crain, 1955, en la cinta Los caballeros las prefieren rubias

Acabado el conflicto bélico, la sociedad deseaba volver a soñar con el glamour de Hollywood. En Los Ángeles triunfó Frederick Mellinger con su diseño The Rising Star, considerado el primer sujetador push up. El aviador Howard Hughes quiso que su actriz preferida, y amante, Jane Russell apareciera en la película El Forajido de 1943 luciendo un pecho emergente, y para ello encargó a su ingeniero aeronáutico que diseñara un sujetador que hiciera el busto puntiagudo. Rusell diría que no llegó a utilizar el diseño de Howard, sino que se limitó a rellenar el suyo de pañuelos de papel. Otras estrellas como Marilyn Monroe, Jayne Mansfield y Rita Hayworth contribuyeron al fenómeno, que se extendió a los años cincuenta. 

Comenzó a utilizarse el nylon de forma generalizada, aligerando las prendas y haciéndolas más fáciles de lavar. 
 

La liberación

Las protestas de los sesenta erigieron al sujetador como el símbolo de la opresión de la mujer. El movimiento se desató a raíz del concurso de Miss America en 1968, calificado de sexista y que enfadó a cerca de 400 feministas y otros defensores de los derechos civiles. Objetos como las pestañas postizas, el maquillaje y los sujetadores eran lanzados a las papeleras en señal de protesta. “Fui la primera mujer en quemar mi sujetador. A los bomberos les llevó cuatro días apagar el fuego”, dijo Dolly Parton. 
 
La autora feminista Germain Greer expresó en su libro The Female Eunuch (El eunuco femenino): «Los sujetadores son un invento ridículo, pero si haces que ir sin ellos sea una norma, te estás sometiendo a otra represión”. Si anteriormente el deseo había sido marcar el pecho a través de sofisticados artilugios, los sesenta trajeron una reacción totalmente opuesta. Yves Saint Laurent propuso una blusa transparente lucida sin nada debajo, y en 1964 Rudi Gernreich diseña el “no sujetador”, una versión de la prenda en una tela elástica muy ligera y transparente. A partir de este momento se populariza el uso de las transparencias en la ropa interior y se generaliza el empleo de la licra. 
Los hábitos empiezan a cambiar: las mujeres que seguían llevando sostén para dormir dejan de hacerlo.
…continuará
 

9 de cada 10 mujeres desconoce 7 de cada 10 mujeres no usan la talla y copa adecuadas

Según un estudio realizado por médicos expertos en senología, 9 de cada 10 mujeres desconocen cuál es su talla y su copa de sujetador y 7 de cada 10 no usan la talla y la copa adecuadas. Por otro lado 5 de cada 10 que consulta vida al médico sobre molestias en el pecho, cefaleas, dolores de espalda y malformaciones posturales solucionaría su dolencia elegiendo el sujetador adecuado en su talla y copa. 
 El sujetador perfecto para ti
En LoolasUp nos preocupamos por proporcionar a cada mujer el tipo de sujetador que necesita en función de su actividad y sobretodo de su talla y copa.
 
En breve seguiremos con más historia del sujetador.

¡Hasta pronto! 
 
Fuentes: 20minutos.es/elpais.com/sayfit/lavanguardia